Sobre la depresión en niños

  
¿Qué se conoce como depresión?

 El término depresión se utiliza a menudo vagamente para describir un estado de ánimo bajo o de desánimo que es consecuencia de decepciones o pérdidas. Sin embargo, este tipo de estados de ánimo bajos, a diferencia de la depresión, se producen en oleadas que suelen estar ligadas a pensamientos o recuerdos del evento desencadenante, se resuelven cuando las circunstancias o eventos mejoran, pueden ser intercaladas con períodos de emoción positiva y humor, y no van acompañadas de sentimientos de inutilidad y auto-odio. 


 El trastorno de la depresión es un padecimiento aproximadamente en un 5% (o 1 de cada 20 niños) que se presentan como episodios antes de cumplir los 19 años. 


 Es normal que los niños se pongan tristes, se sientan desanimados, estén irritables o decaídos de vez en cuando. Pero, cuando los sentimientos y los pensamientos negativos se prolongan durante mucho tiempo y limitan la capacidad del niño para funcionar con normalidad, se puede tratar de una depresión.


           Niña con depresión. (s. f.). [Fotografía]. Niña con depresión. https://images.app.goo.gl/HaJy7exLhyggpK2f9



    Es una enfermedad psiquiátrica bastante común entre niños y adolescentes siendo descrita como un trastorno del humor desde hace siglos en diferentes culturas.


 Investigaciones recientes muestran que el trastorno de la depresión y sus síntomas son bastante parecidos al trastorno de depresión en un adulto pero que además se presentan rasgos característica en cada rango de edad. 

    La depresión puede interferir en el nivel de energía, la capacidad de concentración, el sueño y el apetito. Los niños deprimidos pierden el interés en las actividades y las tareas escolares, parecen cansados, se dan por vencidos con facilidad y se aíslan de sus amigos y de su familia.

    Cuando un niño está deprimido, le cuesta mucho esforzarse hasta para hacer cualquier cosa, incluso aquello con lo que antes solía disfrutar. La depresión puede hacer que un niño se sienta inútil, incapaz, rechazado o indigno de que alguien lo quiera. Puede hacer que los problemas de cada día parezcan más difíciles de lo que son en realidad. Cuando la depresión es grave, puede llevar al niño a pensar en hacerse daño a sí mismo e, incluso, en el suicidio.



Autoras: Andrea Gómez  y Génesis Mendoza

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